5 mayo 2023
La iniciativa, que convocóa a 85 estudiantes, contó con el apoyo de Fundación Techo y el Instituto Nacional de la Juventud (INJUV). Además, durante una visita en terreno, directivos de la universidad establecieron puentes con la alcaldesa, Ana Albornoz, para gestionar más ayuda.
Apoyar en la reconstrucción de viviendas para familias que lo perdieron todo en los incendios. Ese fue el objetivo que se trazó la UC en la comuna de Santa Juana, región del Biobío, durante la última semana de abril y los primeros días de mayo. En menos de dos semanas, la universidad armó un voluntariado especial de emergencia con la ayuda del Instituto Nacional de la Juventud (INJUV) y Fundación Techo, con la finalidad de contribuir en el levantamiento de las zonas afectadas por los siniestros. A los trabajos llegaron 85 estudiantes en total.
Así, a través del llamado de la FEUC y de cinco iniciativas, Trabajos FAIF, Trabajos Voluntarios de Ingeniería, Jóvenes sin Fronteras, Proyecta y Trabajo País, se pudo coordinar la llegada de ayuda efectiva para ocho familias afectadas por los siniestros.
En este contexto, autoridades universitarias, junto a profesionales de la DAE y Pastoral UC, visitaron al grupo de voluntarios/as que llegaron a Santa Juana el sábado 29 de abril en la noche. Para la directora de Asuntos Estudiantiles UC, Carola Méndez -quien estuvo acompañada de la jefa de Liderazgo Estudiantil de la DAE Ivonne Moraga- aportar de esta forma evidencia el rol público que ejerce la UC en el país. De ahí el valor de levantar el voluntariado y realizar una visita en terreno.
“El trabajo en Santa Juana muestra la sensibilidad y el compromiso que tiene la UC con lo que sucede en nuestro país y con las necesidades que tienen las personas. Esto es parte del espíritu y la identidad de nuestra universidad y fundamental para la formación y experiencia de nuestros estudiantes. Poner a la comunidad UC a disposición de esas necesidades es una oportunidad de vivir ese espíritu solidario, generoso y que permite resolver de manera colaborativa algunas de las necesidades que tienen tantas familias que sufrieron grandes pérdidas en sus vidas. Les dan esperanzas en un futuro próximo mejor”, detalló la directora.
Durante la visita en terreno, Carola Méndez pudo evidenciar la realidad actual de la comuna. “Nos mostró la cruda realidad de tantas personas: adultos mayores, mujeres solas, jóvenes empezando sus proyectos y niños que se han visto afectados materialmente, pero especialmente en sus seguridades básicas, en sus oportunidades, en sus sueños y proyectos. Nos mostraron sus penas, sus dolores, pero también su fuerza para enfrentar una nueva etapa y en la reconstrucción de sus vidas. Agradezco el ánimo y el compromiso de la alcaldesa que nos ha abierto las puertas de la comuna para poder ayudar y encontrarnos con las familias de las zonas que más lo necesitan”.
Misma perspectiva tiene el decano de la Facultad de Agronomía e Ingeniería Forestal, Rodrigo Figueroa, quien también se hizo presente en la octava región junto a su equipo. Desde su mirada, el compromiso de la UC es clave. “La universidad y la facultad no pueden estar ajenas. Fue muy doloroso ver lo que significó en términos de no solo el impacto ambiental, sino que la parte humana. Hay un compromiso social que la universidad ha manifestado y, por ello, es necesario estar presente concretamente. También es muy relevante ver el ejemplo de superación de las personas”, partió diciendo el académico, quien quiso complementar señalando la relevancia que tiene generar espacios de voluntariados y que el estudiantado pueda hacer efectiva su ayuda.
“Es una experiencia de formación increíble para nuestros estudiantes, porque se conectan con el Chile real, con las necesidades de la sociedad y, de paso, es una forma de fortalecer el vínculo que la universidad tiene con los problemas sociales. En esta experiencia hay una interacción de estudiantes de facultades distintas, que es muy difícil que ocurra”, añadió el decano.
Una comunidad agradecida
Santa Juana recibió a la comitiva UC con una jornada llena de sol y un cielo prístino, de un azul profundo. Una llegada que para la alcaldesa, Ana Albornoz, fue precisa, pues considera que las universidades chilenas, y especialmente la UC, ejercen una labor clave en situaciones de emergencia.
“Para nosotros es muy importante ya que la reconstrucción es muy larga y la afectación que hubo en Santa Juana fue mayor. Tenemos una catástrofe humanitaria, entonces cuando vienen los jóvenes, especialmente de la UC, lo que hacen, además de construir, es acompañar socioafectivamente a nuestros vecinos y vecinas, que se sienten muy solos. Son personas de escasos recursos que perdieron todo lo que tenían”, expresó la edil. A lo anterior, destacó el importante rol que cumplen los estudiantes católicos, comprometidos con las causas que van en beneficio de la comunidad. “Nos parece muy relevante el rol de la juventud y de la juventud católica en esta emergencia. Estamos agradecidos”.
En el aire era posible percibir, todavía, el olor pesado que dejan los objetos calcinados. Las cenizas en el suelo, junto con las estructuras dobladas que acusaban el paso voraz del fuego, se combinaban con el paisaje de pinos y eucaliptos quemados. Y en ese ambiente es que los voluntarios hicieron sus labores. Trabajos que fueron agradecidos por Moisés Jara, vecino de Santa Juana, desde cuyo terreno se ve claramente la estela negra que dejó la madera y el material quemado.
En su narración, Jara fue enfático en describir cómo el fuego lo rodeó a él y su familia. Instantes en el que solo atinó a prender su vehículo y huir lejos, dejando todo atrás. “El cerro se estaba quemando y no sabíamos. Logramos salir de suerte por tener los vehículos en posición de salida. Lo único que atinamos a sacar fue a los perros. En un momento se me ocurrió devolverme para ver si podía hacer algo. Cuando llegamos era un infierno. Y, después de ver televisión, el asunto no fue llorar por la casa, sino que agradecer porque estábamos vivos”, fue parte del crudo relato de Moisés.
En momentos donde hay que levantarse, Jara agradece no solo la ayuda prestada a él, sino que a todos los vecinos. “Fue algo muy sorpresivo. Nos llamaron y en un par de días llegaron a trabajar con todo el ánimo. Su presencia ha sido muy buena y también bonita. Que la universidad se haga presente es muy bueno. Nosotros perdimos todo pero somos adultos jóvenes, por eso una ayuda a personas como adultos mayores viene también súper bien”, explicó.
Otra de las personas que se mostró feliz por la llegada de la UC a Santa Juana fue el presbítero Ricardo Venecia, quien sostuvo una reunión con Ivonne Moraga y con la directora de Solidaridad y Misiones de Pastoral UC, María Jesús Ochagavía. Lo anterior, para definir zonas críticas a las que ayudar, especialmente a nivel espiritual, como es el levantamiento de capillas. En ese sentido, el sacerdote valoró la iniciativa de la universidad y los/as estudiantes:
“Me hace sentir orgulloso de ser católico. La Universidad Católica es Iglesia y la siento como tal. Son hermanos que llegan a sufrir con nosotros y a decir que no nos podemos quedar quietos cuando todavía hay hermanos que están sufriendo. Me siento acompañado por la UC y por cada uno de ellos. La DAE, la Pastoral y cada iniciativa que anda en terreno con los voluntarios. Todos han sido un bálsamo en medio de este sufrimiento”, explicó el religioso.
La voz de los voluntarios
Convocatoria, talleres de formación y tomar el bus hacia la región del Biobío. Así fue como en menos de dos semanas los más de 70 voluntarios/as se alistaron y prepararon para ir a construir. El desafío no fue menor, considerando el tiempo de ejecución y reclutamiento.
Y ahí, la UC no falló para llegar con la ayuda hacia Santa Juana. Compromiso que para Sabina Orellana, presidenta de la FEUC, demuestra la relevancia que tiene para la universidad y sus estudiantes las problemáticas sociales. “Desde la FEUC venimos trabajando con distintas zonas del sur para poder ser una aporte a nivel estudiantil con la reconstrucción por los incendios. Quisimos venir por segunda vez a Santa Juana y liderar estos voluntariados porque como estudiantes de la UC tenemos mucho que aportar hoy. Tenemos manos para la reconstrucción y también tenemos oídos y corazón. Queremos acompañar y escuchar”, dijo la representante, que en semanas anteriores realizó un trabajo similar con la Confech.
Además, la estudiante de Derecho explicó el valioso aporte que ha sido la UC y la DAE para generar esta rápida y eficaz ayuda. “La colaboración de la DAE es fundamental porque permite la articulación con distintas organizaciones. Tener este apoyo permite generar unos voluntariados institucionalizados y que las ayudas puedan extenderse a lo largo del tiempo”.
Una perspectiva similar tiene Catalina Cortés, coordinadora de la emergencia en la zona sur de la Fundación Techo. “Ha sido una instancia muy buena ya que por la colaboración entre las entidades hemos podido levantar todas estas viviendas de emergencia. Estas alianzas son importantes porque hacen que mejore siempre la calidad de los voluntariados en tiempo y que se puedan establecer otros más grandes”.
De esta forma, ya sea haciendo los cimientos o levantado cada muralla, los/as voluntarios/as colocaron todo para el resurgir de las viviendas en Santa Juana. Y, desde esa motivación por querer levantar a la localidad, es que Luisa Hinrichs, coordinadora general de Trabajo País, explica la importancia. “Ha estado realmente increíble. Se armó en menos de dos semanas pero se logró y pudimos salir a construir. Hay muchos que nunca se había conocido y fue muy lindo ver cómo se fueron armando los lazos entre las cuadrillas y ver que eran de distintas carreras”, comentó la estudiante de Derecho y que pertenece a la Pastoral UC.
Diego Mendoza, alumno de Ciencia Política, manifestó la relevancia de estar en terreno para colaborar, explicando que no solo los aspectos académicos son los importantes a la hora de ser estudiante. “Como cientista político uno debe estar conectado con la realidad y con lo que pasa en el día a día. Con esto me dije a mí mismo que tenía que ir (a Santa Juana) y ayudar. Me sorprendió que en la cuadrilla ninguno fuera de la misma carrera. Nos hemos conectado muy bien y es una oportunidad de generar vínculos”, esbozó.
Finalmente, se espera que la UC siga generando espacios de encuentro, vinculación y ayuda con los habitantes de Santa Juana. De momento, se están estableciendo puentes e ideas para brindar distintos soportes que sigan fortaleciendo los nexos entre la universidad y esa comunidad.