11 September 2025

“Solo los más capaces se titularán”; “¿para qué quieren enseñar a estudiar a los mejores estudiantes de Chile?”, “no sirvo para esta carrera”, “me sé la materia, pero a la hora de una presentación oral me bloqueo y se me olvida todo”. Comentarios como éstos escuchaban los profesionales UC que, en 2003, dieron vida al Centro de Apoyo al Rendimiento Académico y de Exploración Vocacional (CARA UC).
El objetivo de esa nueva área era acoger y apoyar a estudiantes con dificultades para adaptarse a la vida universitaria: su ritmo, sus exigencias académicas y las habilidades que requerían, no para ingresar al plantel, sino para cursar sus carreras y lograr titularse, sin tantos costos personales. “El aprendizaje es un factor protector de la salud mental. Hace que las personas confíen en su potencial, confíen en sí mismos. Ayer y hoy estamos ayudando a los jóvenes a enfrentar distintas cosas que les toca vivir”, sostiene Alejandra Flores, psicóloga educacional, miembro del equipo fundador del CARA UC.
Afortunadamente, luego de 22 años la comunidad universitaria coincide en que el estudiantado es diverso y que la adaptación es un proceso mutuo: mientras los/as jóvenes deben estar abiertos a afrontar múltiples desafíos, la institución tiene que asumir que sus estudiantes van cambiando y debe ofrecer los apoyos que todos/as requieren, con una mirada neuro-afirmativa.
La neurodiversidad en el estudiantado y el nuevo paradigma de convivencia fue uno de los temas que se abordaron en el encuentro Redes de Apoyo para el Aprendizaje Universitario, que se realizó el 2 de septiembre en la UC. Organizada por el CARA UC, la jornada reunió a más de 30 profesionales, de distintas universidades, para reflexionar sobre los apoyos que brindan a los/as estudiantes, para favorecer su trayectoria educativa, y los desafíos actuales en torno a nuevas formas de enseñar y de aprender. Asimismo, esta instancia busca ser el puntapié inicial de una red de centros dedicados al aprendizaje.
Pablo González, subdirector de la Dirección de Aprendizaje y Acompañamiento Académico, unidad a la cual hoy pertenece el CARA UC, reiteró que los cambios son un desafío y, a la vez, un motor de cambio: “Hoy los estudiantes son cada vez más diversos, cambiantes y desafiantes, lo cual es un impulso para seguir mejorando nuestra tarea, para ser un aporte al estudiantado, promover un logro efectivo del perfil de egreso y potenciar el impacto hacia el país y el desarrollo social”.
Durante la instancia, Alejandra Flores, experta en neurodivergencia, expuso la charla Los 15 neuro-nudos en estudiantes neurodivergentes, que abordó cómo las personas con TDAH, dislexia, TOC o autismo, ven el mundo y los desafíos que enfrentan a diario. Aclaró que ellos/as presentan atipias en los circuitos neurobiológicos, que impactan en su conducta, pensamiento, sentidos, aprendizaje y en sus relaciones interpersonales.
“No nos referimos a un déficit, sino a que son diferentes. Su cerebro funciona distinto. Para ellos, adaptarse al mundo universitario es más complejo, necesitan otros tiempos y ritmos”.

Al respecto, Alejandra detalló 15 neuro-nudos o retos de los estudiantes neurodivergentes y detalló algunas recomendaciones.
Los asistentes al encuentro Redes de Apoyo al Aprendizaje valoraron mucho la presentación de Alejandra y sus recomendaciones. “Es super enriquecedor escuchar esta charla, de alguien que viene abordando desde hace mucho tiempo estos neuro-nudos, siendo pionera, y que se ha mantenido en las perspectivas actualizadas. Eso nos cambia un poco la mirada que tenemos sobre la inclusión y como ella dice la convivencia”, comentó Pablo Vargas, de la U. Alberto Hurtado.
En mesas de trabajo, los asistentes al encuentro Redes de Apoyo para el Aprendizaje analizaron -y sugirieron acciones para apoyar a los estudiantes en los ámbitos variables socioemocionales, aumento de habilidades de aprendizaje autorregulado y sentido de pertenencia.

Entre las conclusiones, destacan la reflexión en torno a las resistencias que aun existen entre los/as docentes, pero también reconocen la necesidad de apoyarles más, orientarles desde la cercanía y capacitarles en neuro-divergencia. También se habló de cómo fomentar el sentido de pertenencia; de recursos de acompañamiento; de espacios seguros, y de cómo ayudar a los/as estudiantes a ser protagonistas de su aprendizaje.
“Compartimos la forma en que han cambiado las necesidades del estudiantado, hoy llegan con preguntas y desafíos específicos, pero también con más conciencia y más ganas de construir su camino. Y eso nos interpela a adaptar las prácticas, a innovar, a compartir lo que funciona y a influir en la comunidad académica. Y no estamos solos, existen redes dentro y fuera de las universidades”, destacó Angélica Bustos, jefa del CARA UC.
Los profesionales también destacaron la oportunidad de entablar redes y fortalecer el trabajo colaborativo. Cristina Marambio, de la Universidad del Norte – sede Coquimbo, comentó: “Estas iniciativas son fundamentales para nuestro trabajo, para generar redes, compartir buenas prácticas. Y la charla de Alejandra fue muy clarificadora sobre los desafíos y cómo podemos ir superando esas barreras. Ojalá esta red pueda seguir nutriéndose”. “Es un agrado tener un espacio para reflexionar y compartir experiencias, pues tenemos un objetivo común. En relación a la neurodivergencia, si seremos actores relevantes para instalar este tema en nuestras universidades, debemos capacitarnos más”, agregó Patricio Ramírez, de la Universidad del Desarrollo – sede Concepción.
Al cierre del encuentro, Angélica Bustos señaló la importancia de abrazar la diversidad del estudiantado y entender que “todos los cerebros florecen si les damos tiempo, especio y condiciones adecuadas”. Asimismo, recordando que el estudiantado de hoy es tan diverso como potente, enfatizó en que “nuestras acciones pueden marcar una diferencia sustancial en el proyecto formativo. Porque detrás de cada persona hay una historia, una fortaleza y una debilidad, por lo tanto, escojamos ver las 15 oportunidades de abordarlas”.