Daniel Novoa: compromiso, convicción y vocación de servicio

Premio a la trayectoria estudiantil y una medicina con sentido: así ha sido el paso de Daniel Novoa por la UC.

Con una trayectoria marcada por el liderazgo, la empatía y el compromiso con el bien común, Daniel Novoa culminó sus estudios de Medicina en la UC y hoy inicia una nueva etapa como residente de Medicina Interna. Su paso por la universidad no solo se definió por su buen desempeño académico, sino también por una profunda vocación de servicio que lo llevó a involucrarse activamente en múltiples espacios de la vida estudiantil.

Ese compromiso fue reconocido con el Premio Trayectoria Estudiantil UC 2024, una distinción que cada año se otorga a un solo estudiante de toda la universidad. Para Daniel, recibir este reconocimiento fue “un tremendo honor y una gran sorpresa”.

Desde sus primeros años en la UC, entendió que la universidad era mucho más que un lugar de formación académica. Participó activamente en espacios de representación estudiantil y luego se vinculó a la Pastoral, instancias que le permitieron identificar necesidades concretas dentro de la comunidad. Siempre con una actitud de servicio, se hizo parte de lo que su entorno necesitaba.

Fruto de ese recorrido nació Enciende UC, un proyecto gestado en la Facultad de Medicina con el objetivo de conectar la vocación médica con el compromiso social y humano. Esta iniciativa refleja una de sus principales convicciones: que el rol del profesional de la salud también se construye desde el vínculo con las personas y su realidad.

La Universidad como espacio de formación integral

Para Daniel, la UC ofreció mucho más que formación académica. Le permitió construir comunidad, explorar su vocación desde múltiples dimensiones y crecer como persona. “La universidad es precisamente el espacio para formarse íntegramente”, afirma, convencido de que la formación universitaria va mucho más allá del aula.

En esa línea, destaca el valor de estar atentos a lo que ocurre en el entorno inmediato: “Lo clave es estar atento a las oportunidades y necesidades que van saliendo dentro de nuestras comunidades más pequeñas, desde nuestras facultades, desde nuestras escuelas. Y desde ahí, desde tu entorno más cercano, incomodarse por las cosas que faltan por hacer y moverse”.

Hoy, al comenzar una nueva etapa profesional, lleva consigo ese mismo impulso: una medicina humana, comprometida y empática. Agradecido por el camino recorrido, reconoce con humildad a quienes lo acompañaron en este proceso: “Estoy tremendamente agradecido de todo y de cada uno de los que fueron apareciendo y acompañándome en el camino”.

Finalmente, Daniel invita a las y los estudiantes de la UC a atreverse, a involucrarse y a transformar su paso por la universidad: “Tocar puertas, si es que a uno le convence lo que está haciendo, y jugársela por las cosas que a uno lo mueven. La universidad tiene tremendo espacio”.