22 noviembre 2024
El concepto tradicional del amor romántico está fuertemente influenciado por las diferencias de socialización entre hombres y mujeres, donde las expectativas y los ideales sobre cómo deben comportarse y relacionarse las personas pueden ser dañinas. Este amor idealizado puede crear un entorno donde la dependencia emocional y la idealización de la pareja, llevan a las personas a tolerar o justificar comportamientos abusivos.
En muchas ocasiones, las víctimas de violencia dentro de una relación romántica no reconocen las señales de abuso debido a estas expectativas distorsionadas. La película Rompiendo el Círculo presenta situaciones en las que se destacan los siguientes indicadores comunes de violencia emocional:
Es importante destacar que el amor saludable no debe implicar sacrificios personales ni someterse a la violencia de ningún tipo. Rompiendo el Círculo nos muestra que es posible romper con los patrones tóxicos de la violencia, aunque esto sea un proceso desafiante y que, en muchos casos, requiere del apoyo de otros. El primer paso es reconocer que no se debe tolerar ningún tipo de abuso y que existen recursos y profesionales capacitados para acompañar en este proceso.
Una relación sana se basa en el respeto mutuo, la igualdad, la comunicación abierta y la autonomía. Ambos miembros de la pareja deben sentirse apoyados, escuchados y valorados por igual. No debe haber espacio para la manipulación, el control o la intimidación.
Si te identificas con algunas de las situaciones descritas o si estás pasando por una relación en la que el control o la violencia están presentes, es fundamental buscar ayuda. No estás solo/a, y existen recursos y profesionales que pueden brindarte apoyo.
El programa Relaciones Saludables de Salud y Bienestar Estudiantil te proporciona orientación y apoyo para construir relaciones sanas. Ofrecen recursos y asesoría para promover tu desarrollo personal y emocional en un entorno seguro y de confianza.